En este nivel de educativo se continúa y se profundiza el proceso formativo general del alumno, que sustentado en valores evangélicos, haciendo hincapié en el aprendizaje de las distintas capacidades para ir avanzando con el desarrollo de competencias básicas hacia competencias más complejas y generar así, en el estudiante, la posibilidad de la toma de decisiones, desde las distintas áreas de conocimiento a través de los diferentes campos del saber y del quehacer, vinculada con su proyecto de vida como respuesta personal, libre y responsable de sus posibilidades presentes y futuras.

El nivel secundario se divide en dos ciclos: